PINTARROJA (GATÓ) EN SALSA


Gató en salsa




Ya he dicho alguna vez que de niña aborrecía el pescado y que con el tiempo, seguramente cuando dejaron de obligarme a comerlo, me empezó a gustar. Cómo hemos cambiado... antes en las casas no se intentaba dar gusto a todos, es más,  he llegado a pensar que era justo al revés con toda la  intención,  porque era parte de la educación aprender a comer de todo, y eso significaba que la mayoría de las veces comías lo que no te gustaba... pero era para fortalecer  el carácter, jajaja,  un poco surrealista, no??  Mantengo todavía alguna fobia que otra, especialmente todo lo relativo a las vísceras en general, me muero antes de comerme algo de eso, que ya tengo el carácter formado y me niego en redondo.

Pues ya sin imposiciones familiares, para colmo, lo primero que busco en el súper es la pescadería, y cuando veo este pescado me lo llevo rapidamente porque se agota enseguida. Aquí lo llamamos gató, pero el nombre  en castellano es pintarroja, y para el que no lo sepa es un tiburón. Son tiburones pequeñitos que no sobrepasan los 60 cm, muy frecuentes en las costas del Mediterráneo y Atlántico  pero en muchos otros  lugares los pescadores los devuelven al mar.
Siempre lo venden sin piel porque es durísima, como una lija, y de hecho otro de sus nombres es pez lija, así que en casa es muy difícil quitársela a no ser que tengas mucha experiencia. Y una de las cosas que más me gustan es que no tiene espinas, solo un cartílago central, y luego el sabor que para mi es extraordinario.

Se puede preparar de muchas maneras, guisos marineros, pasado por harina y frito, en adobo, etc. Hoy lo he preparado con una salsa sencilla y terminado en el horno sólo para gratinar. Por supuesto se puede hacer con cualquier otro pescado, por si no tenéis de éste por vuestra zona.

Ingredientes (3 personas):
- 3 gatós o pintarrojas
- 1 puerro
- 1 cebolla
- 2 tomates
- unas hebras de azafrán
- 1 cucharada de harina
- 1 hoja de laurel
- pan rallado
- aceite de oliva virgen extra

Elaboración:
Como véis, son pescados bastante pequeños, así que por lo menos necesitamos uno por persona. En la pescadería ya nos lo dan limpio así que solo los troceamos y desechamos las cabezas.


Ahora hacemos un sofrito con la cebolla, el puerro y los tomates rallados con un poco de aceite de oliva y sal. Dejamos pochar, que se haga bien la cebolla y el puerro,  y añadimos el laurel, unas hebras de azafrán y por último una cucharada de harina. Damos unas vueltas y ponemos el pescado troceado y sazonado con sal. Cubrimos con agua y lo dejamos unos minutos. La salsa engordará un poco y el pescado ya sabéis que se hace muy rápido.


Espolvoreamos con un poco de pan rallado encima de cada trozo y lo metemos a gratinar en el horno. La sartén donde hice el pescado no se puede meter al horno, por eso lo he cambiado a una fuente, pero si tenéis un recipiente que se pueda meter directamente, mejor.


Y estos pequeñajos tiburones ya están listos.

¡¡Que tengáis una buena semana!!



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